miércoles, 20 de marzo de 2013

¿Es posible transformar el mundo?

Todos los días escuchamos y leemos decenas de noticias negativas. Sufrimos de preocupación por la salud, los problemas económicos y afectivos. También hay muchos otros problemas que nos afectan como sociedad.  La falta de oportunidades, la delicuencia, la contaminación ambiental y otros asuntos generan inquietudes diarias. Además, constantemente exigimos soluciones externas ya que es normal que anhelemos mejores condiciones en la Tierra.

Pero, ¿es solamente responsabilidad de las instituciones y del sistema proporcionar un mundo mejor? ¿Podemos nosotros a nivel individual aportar para lograr grandes cambios en la humanidad? Te sorprendería saber el potencial valioso que tú tienes.

Tanto los gobiernos como muchas instituciones están realmente formados por individuos. Si dichas personas transforman su visión de la vida y el mundo, pueden luego ayudar a transformar su entorno. Pero nosotros también podemos contribuir de forma enorme a dichos cambios. En primer lugar requiere que tomemos conciencia de que tenemos que cambiar nuestra visión interna sobre la vida, y posteriormente podemos ayudar a otros a lograrlo.

En nuestro interior se esconde un inmenso poder. Sea cual sea la creencia religiosa o espiritual que tengas, debes comprender que estás hecho a la "imagen" de ese Ser Supremo y podemos manifestar cualidades como el Amor, la Bondad y la Creatividad. Incluso aunque no creas en Dios, puedes reconocer que dichas cualidades las posees interiormente y que repercuten en tu entorno.

Aunque quizás estemos aproblemados por la vida, todos nos conmovemos cuando otras personas sufren. Todos poseemos inherentemente la bondad. Solo necesitamos sacarla afuera en más ocasiones. Debemos vencer odios con el amor y prejuicios con el respeto y el bien.

En todas nuestras relaciones diarias podemos mejorar nuestro entorno y contribuir a un mundo mejor. Si hablamos y actuamos con bondad, desde una sonrisa hasta tomar acciones decididas para trabajar, organizar y motivar a otras personas para el bien en todas las actividades humanas, estaremos construyendo puentes entre los seres humanos. Ayudaremos a comprender que todos somos hermanos y el Amor es la fuerza unificadora que puede transformar el mundo.

Si todos los días nos esforzamos por ver cosas buenas más allá de los defectos y destacamos las características positivas del prójimo, crearemos un buen ambiente laboral, familiar, nacional y finalmente mundial. Y si cada día amamos a más personas y aprendemos a ver sus cosas positivas, lograremos mucho. Incluso en quiénes se equivocan podemos encontrar verdaderos tesoros. Esto provocará una marea contagiosa de amor en todo nuestro entorno, en nuestro hogar, con los vecinos, en nuestro barrio,  en nuestro trabajo, en nuestras escuelas. Y la desconfianza y temor desaparecerán. Nadie se sentirá desplazado. Y nadie sentirá que debe quitarle las cosas a otro, o dañar a otras personas.

Solo personas motivadas por el Amor pueden provocar cambios verdaderos en la Sociedad. Solo el egoísmo o la miopía genera brechas sociales y divisiones. Es imposible generar cambios auténticos en la sociedad, si primero no cambian los hombres que viven en esa sociedad.

Por esa razón podemos comenzar contagiando a nuestra comunidad con amor y creatividad. De esta forma mientras más ciudadanos logren ésto, también los líderes y dirigentes del mundo podrán sentirse invitados a transformarse ellos mismos para ayudar a una sociedad que ya se está transformando. Y éstas personas renacidas podrán acelerar los procesos para la transformación de la humanidad. Esta debe ser nuestra auténtica lucha, la auténtica revolución, porque abordaremos de una vez por todas la raíz de los problemas.

Practícalo cada día. Haz el ejercicio. Dónde veas odio, temor, ansiedad o preocupación, siembra bondad, esperanza y pensamientos positivos. Si te encuentras con personas cerradas por las circunstancias de la vida, abórdalos con amor y devuélveles su dignidad. Utiliza una sonrisa y el calor del amor para resolver las disputas. Hasta los problemas económicos los podemos resolver con confianza, tenacidad e ingenio. Hace casi dos mil años Jesús de Nazaret dijo:

25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?  26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? - Mateo 6
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Las aves del cielo son alimentadas por la Providencia y ellas salen a buscar ese alimento. Nosotros también podemos estar atentos para salir adelante de las situaciones  difíciles mediante la confianza y la perseverancia para adquirir una circunstancia mejor. Y el hecho de estar vivos ya es motivo para agradecer. Esto hará que recibamos en cadena más buenas cosas en la vida. Y  sea como sea, podemos utilizar nuestras circunstancias para hacer el bien a los demás y lograr cambios duraderos en la humanidad.

Ayudar a transformar el mundo con el Amor debe ser nuestra auténtica lucha, nuestra auténtica revolución, porque abordaremos de una vez por todas la raíz de los problemas.

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